Desde los últimos años, Portugal se viene mostrando como un destino empoderado y fortalecido en lo turístico. La capital lusa ha recibido importantes premios de gran prestigio internacional que la posicionan entre los destinos europeos más interesantes, además de salir entre los tres mejores y seguros destinos para viajar en 2021, seguido de España y Grecia, según la encuesta realizada por la empresa de marketing digital Sojern.

Sabemos que muchas razones de practicidad justifican la intención de quienes la visitan: cuenta con buena infraestructura hotelera, aeropuerto internacional y precios asequibles para todos. Sin embargo, hay que destacar que su atractivo  está arraigado en la humildad de su gente, sus callecitas empedradas y laberínticas, el pastel de nata con canela acompañado de un café, el enorme Tajo, el Padrão dos Descobrimentos, su arquitectura muy típica portuguesa, el azulejo, las hazañas de lanzarse al mar y descubrir nuevas tierras y la nostalgia del fado.

Para que no te pierdas en una ciudad laberinto, te dejamos una lista de consejos sobre qué hacer y a dónde ir si visitas esta ciudad cautivante:

1.  Castillo de São Jorge:

Ubicado en el barrio de Alfama, uno de los barrios más tradicionales y que no puede faltar en tu itinerario. Construido por los árabes en el siglo 11, sirvió de fortaleza y reducto de defensa para la elite que allí vivía. El castillo ofrece visitas guiadas en diferentes idiomas. Si cuentas con poco tiempo, puedes aprovechar la visita al castillo para recorrer el entorno. Se cree que el fado, el estilo musical por excelencia portugués, nació por aquí.  Por lo tanto, estarás en el lugar ideal para escuchar la melancolía lisboeta y respirar vida bohemia. En este barrio, encontrarás la Catedral da Sé, uno de los pocos edificios que pudo sobrevivir al terremoto de 1755.   

2.  Belém:

Es uno de los barrios más visitados de Lisboa, ya que es de mucha importancia para la historia del país, sobre todo, en la época de los descubrimientos: desde aquí salieron las expediciones de conquista de ultramar. Por eso, los edificios tienen reminiscencias de la vida marítima y la navegación. Ubicada a 7 kilómetros de Lisboa, Belém es famosa por su patrimonio histórico y cultural como el Monasterio de los Jerónimos, la Torre de Belén y el Monumentos a los Descubrimientos: todas joyas arquitectónicas de estilo manuelino. Como su nombre lo indica, no puedes dejar de probar sus pasteles en la Fábrica Pastéis de Belém, abierta desde 1837.

La mejor opción para llegar es ir en tranvía que sale desde diferentes puntos: Praça da Figueira, Praça do Comércio o en Cais do Sodré. El recorrido dura media hora y, de paso, aprovecharás para conocer el elétrico, que es un atractivo aparte.

Torre de Belém

3.  Miradores:

Es la tierra de las siete colinas, por lo tanto, tendrás para disfrutar de unas vistas alucinantes en los diferentes miradores. Recomendados: Santa Luzia, São Pedro de Alcântara y Mirador da Graça.

4.  Tranvías:

El famoso elétrico:  esta postal lisboeta de antiguos tranvías, usados como transporte público, se ha convertido en una atracción turística. La línea más llamativa es la 28: pasarás por los distritos de Alfama, Estrela, Graça y Baixa, que merecen la pena verlos. Si compras el sencillo, puede resultar caro, por eso, conviene siempre comprar el billete ilimitado de 24 horas en cualquier estación de metro que también brinda ingreso al Elevador de Santa Justa y al Da Glória, además de poder usar el elétrico 28 varias veces.  

Tranvía 12 Lisboa

5.  Sintra:

Este pueblo te dejará con la boca abierta. Es un paseo de un día y valdrá muchísimo la pena. Se puede llegar en coche, autobús y tren. La mejor opción es la del tren y se puede coger en la Estación del Rossio, que es otro atractivo turístico en sí mismo, o también en la Estación Oriente. El recorrido será de unos 40 minutos. ¿Qué ver en Sintra? Pues, el Palacio da Pena, el Castelo dos Mouros y el Palacio Nacional de Sintra. Lo que no te puede faltar en este día de paseo es la visita obligada a la Quinta da Regaleira, un palacio manuelino con unos jardines increíbles y lleno de misterio.

6.  Cascais y Estoril:

Lisboa tiene patrimonio, historia, gastronomía y además, playas. Estas dos son las más concurridas y son zonas aristocráticas. Están muy bien conectadas con el centro urbano a través del tren que sale desde la estación Cais do Sodré. Si deseas alejarte un poco, cruzando el puente 25 de abril, llegarás a la costa da Caparica donde las playas son más grandes y habrá locales. Siguiendo un poco más al sur, encontrarás Fonte da Telha con playas más salvajes y abiertas.

7.  Plaza del Comercio:

Si te apetece caminar a orillas del Tajo, visitar esta plaza, unas de las más importantes de la ciudad, es lo ideal. Es el centro neurálgico de la ciudad, donde se encontraba el Palacio Real, lamentablemente destruido por el terremoto, hecho que marcó muchísimo a la ciudad. Si te interesa ver esta transformación y entender el antes y el después, la sugerencia es ir al Museo del Azulejo, donde verás una panorámica en azulejos que lo cuenta muy bien. El highlight es el Arco Triunfal de la Calle Augusta.

8.  Barrio del Chiado y Alto:

¿Sabéis quién fue Fernando Pessoa? Fue uno de los grandes escritores portugueses. En este barrio, encontrarás la estatua que lo recuerda en un lugar estratégico: en el café A Brasileira, otro imperdible. Como no solo es pasear, el Barrio Alto ofrece ocio nocturno repleto de bares, restaurantes y terrazas para poder disfrutar del ambiente, de los colores y de posibilidades para todos los gustos y bolsillos.

9.  Feira da Ladra:

También conocido con el nombre de mercado de Santa Clara. Es el mercadillo más famoso de la capital lisboeta. Ofrece productos de segunda mano, desde antigüedades, muebles, libros, ropa, juguetes, etc. Hay realmente de todo y es fácil llegar con el tranvía 28. Funciona todos los martes y sábados de 10h00 a 18h00.

10.  Gastronomía:

Visitar un país es recorrerlo por sus calles y descubrir su esencia, lo que lo hace encantador. Para conocer un nuevo destino, una de las formas posibles de explorar su historia y sus costumbres es a través de su gastronomía. Te dejamos una serie de platos y dulces que son parte de la culinaria portuguesa y no debes dejar de probar. Portugal tiene una amplia tradición en pastelería y bollería. Encontrarás millones de panaderías que sirven café expreso, a bica en portugués acompañado de los ya nombrados pastéis de nata; Bola de Berlim, una especie profiterol, pero más grande rellena de crema pastelera y queijadas, una tarta de natilla hechas con queso, coco, leche condensada y manteca.

Pastel de Belém

Un ingrediente típico portugués es el bacalao, bacalhau en portugués, que se sirve al estilo Gomes de Sá, es decir, bacalao cocinado al horno con patatas, huevo picado, cebolla, perejil y muchooo aceite de oliva.